lunes, 10 de diciembre de 2007

viaje en línea recta














20 de noviembre
Argentina

Siete días han transcurrido desde mi aterrizaje en tierras Argentinas. Hoy es mi primer día en Buenos Aires, después de una desviación de 3,860 kilómetros de carretera en línea recta desde el aeropuerto de Buenos Aires hasta la Patagonia y de regreso. Según los cálculos de C3PO, nuestro querido y estimado compañero de viaje (un GPS que nos ha guiado por todos los senderos, carreteras y caminos tomados), la velocidad máxima alcanzada fue de 176 Km./hr.
Imagina cruzar LA RECTA MAS LARGA DE TU VIDA, 100 Km. sin que cambie la flecha de la brújula con dirección al sur. Son suaves y contadas las curvas que modifican esa infinita recta que corta el plano horizonte donde se une el cielo con la tierra sin interrupciones montañosas. Y a la distancia, la ilusión inalcanzable de un oasis en el desierto. El viento balancea el carro y cada camión que pasa a nuestro lado amenaza con voltear el auto. Los cielos son extraordinarios, las nubes corren y cambian de tono junto con el transcurrir del día.
Soy feliz en la carretera, sentir el tiempo y el movimiento en sincronía. Conforme los kilómetros avanzan nos adentramos en éstas tierras desoladas, escuchamos grandes rolas, nos reímos, platicamos, y por momentos todos nos quedamos callados en una deliciosa introspección de soledad profunda. A diferencia de México, el paisaje cambia suavemente, cruzamos la pampa húmeda, de pastos verdes y progresivamente se va secando hasta llegar al árido desierto de matorrales espinosos y arena.

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